Cómo potenciar la expresión oral en las aulas de primaria

12/12/2024

En la educación primaria, la expresión oral es una competencia fundamental que los docentes deben trabajar de manera activa, para que los estudiantes puedan no solo comunicarse efectivamente, sino que también desarrollen su pensamiento crítico a través de la reflexión sobre sus propias intervenciones.

Un primer paso es fomentar la participación en actividades colaborativas como debates, dramatizaciones o discusiones grupales. Estas actividades permiten a los estudiantes obtener e interpretar información de los textos orales, interactuar estratégicamente con sus compañeros y adaptarse a diversos interlocutores. Como señala Cassany (2006), el enfoque colaborativo fomenta un aprendizaje significativo al involucrar activamente a los estudiantes en la construcción de conocimientos.

Para optimizar la comprensión de los textos orales, según Tompkins (2010) es fundamental activar los conocimientos previos. Esto puede hacerse a través de dinámicas que involucren discusiones previas al tema central, donde los estudiantes interactúen para conectar sus experiencias con la información que van a escuchar. Esta estrategia les permite establecer relaciones entre lo que ya saben y lo nuevo que están aprendiendo, mejorando así su capacidad para obtener información clave. Por ejemplo, mediante discusiones grupales con tarjetas de preguntas, los estudiantes pueden conectar sus experiencias personales con la información que escucharán, estableciendo así relaciones significativas.

Además de la comprensión, es esencial que los estudiantes desarrollen habilidades expresivas. Para ello, es necesario trabajar en la producción oral, prestando especial atención al uso de gestos, el tono de voz y las expresiones faciales. A través de grabaciones o ejercicios de autoevaluación, los estudiantes pueden revisar su desempeño en términos de coherencia y cohesión, al mismo tiempo que mejoran su capacidad para utilizar recursos no verbales de manera eficaz. Además, los docentes pueden diseñar actividades específicas donde los estudiantes deban adaptar su discurso a diferentes contextos y audiencias.

Finalmente, la reflexión crítica es un componente esencial en el desarrollo de la competencia oral. Al reflexionar sobre sus propias intervenciones y recibir retroalimentación de sus compañeros, a través de actividades de autoevaluación y coevaluación, los estudiantes pueden identificar sus fortalezas y debilidades, y establecer metas para mejorar. Como señala Cassany (2006), la revisión y la reflexión son fundamentales para lograr la coherencia y cohesión en el discurso oral de los estudiantes, convirtiéndose en comunicadores competentes y reflexivos.


Nota elaborada por:
Bryan Estrada Portilla
Estudiante de Educación Primaria


Referencias bibliográficas:

Tompkins, G. (2010). Literacy for the 21st Century: a balanced approach. Boston: Pearson.

Cassany D, (2006). Reparar la Escritura. Barcelona. GRAO.