La educación alimentaria está ganando relevancia en la sociedad debido a la importancia de la formación de estudiantes íntegros y responsables, no solo con las problemáticas sociales, sino en el cuidado de su entorno y de sí mismos. En ese contexto, la educación alimentaria con un enfoque ciudadano resalta la importancia de empoderar a los individuos para que adopten un rol activo en la construcción de comunidades más saludables. Según la OMS (2020), promover hábitos alimentarios saludables desde la infancia es clave para prevenir enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida a largo plazo.
Ante esta situación, los colegios desempeñan un rol crucial en la formación de estudiantes íntegros que promuevan tanto su desarrollo personal como ciudadano. Sobre ello, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (2024) resalta el rol estratégico de las escuelas para ayudar a los estudiantes a construir una alimentación balanceada a través de mejores elecciones alimentarias y la construcción de hábitos positivos. Este ideal no solo implica comprender los nutrientes y su impacto en la salud, sino también conocer los sistemas alimentarios, la producción sostenible y la justicia social. Al integrar estos aspectos en la formación de competencias ciudadanas, se fomenta una ciudadanía crítica, responsable y comprometida con su entorno.
Por esta razón, como parte del curso “Didáctica de la Identidad y Convivencia Democrática” dirigido por el profesor Alonso Velasco Tapia, se ha implementado un proyecto innovador llamado “Pequeños Cambios, Grandes Impactos: La Ruta hacia una educación alimentaria”. Mediante este proyecto, se busca concientizar sobre la importancia de la educación alimentaria en la comunidad de la I.E. Bernardo O’Higgins, ubicada en el distrito de Pueblo Libre. Para ello, se desarrollaron tres talleres educativos en noviembre, dirigidos a 64 estudiantes del quinto y sexto grado de primaria. Estos talleres abordaron temas como los beneficios nutricionales de los alimentos saludables, la importancia de los hábitos alimenticios en la salud física y emocional, y la preparación de opciones nutritivas.
Para su desarrollo, se aplicaron encuestas para identificar las principales necesidades de los estudiantes, docentes y PP.FF en sus prácticas alimentarias cotidianas. Mediante estos instrumentos, se revelaron preocupantes deficiencias en la alimentación de los estudiantes, evidenciando su consumo de alimentos poco saludables durante sus refrigerios, lo que indica una falta de alimentos nutritivos en su dieta diaria. También se identificó una discrepancia entre los hábitos alimentarios promovidos en clase y los productos vendidos en el kiosco escolar, donde predominan los alimentos no saludables. A pesar de que los estudiantes reconocen los beneficios de una alimentación saludable, la implementación de estos hábitos no está completamente integrada en su rutina diaria, mostrando una necesidad de mayor apoyo y motivación para adoptarlos.
El primer taller “Superpoderes en tu Plato: Descubre el Poder de las Menestras”, buscó que los estudiantes exploren la versatilidad y los beneficios nutricionales de las menestras a través de actividades sensoriales y juegos educativos. Mediante el segundo taller “¡Explorando los Alimentos Saludables!”, los alumnos participaron en dinámicas para derribar mitos sobre la alimentación y conocieron diferentes tipos de legumbres. Finalmente, en el taller “Cocineros en Acción”, prepararon ensaladas saludables, fomentando el trabajo en equipo y la toma de decisiones informadas sobre su alimentación.
En relación a la experiencia, el impacto del proyecto fue significativo. Los talleres no solo mejoraron el conocimiento sobre nutrición, sino que también promovieron habilidades socioemocionales y de convivencia. Los estudiantes mostraron un aumento en la curiosidad y disposición a probar alimentos saludables, y se observó una mejora en la interacción y colaboración entre ellos. De esta manera, se comprendió que la educación alimentaria es un componente esencial del desarrollo integral de los estudiantes, ya que no solo contribuye a su bienestar físico, sino también a su desarrollo emocional, cognitivo y social.
Asimismo, se resaltó el valor del trabajo interdisciplinario como una estrategia clave para enriquecer y diversificar las intervenciones educativas. La habilidad de integrar diferentes perspectivas y conocimientos, brindados por La Revolución, permitió diseñar actividades más dinámicas y efectivas, que respondieron a las necesidades específicas de los estudiantes. Asimismo, el rol de las familias y docentes como agentes de cambio reforzó este proceso al lograr alinear los hábitos alimentarios en el hogar con lo aprendido en la escuela, contribuyendo a la construcción de una cultura alimentaria sostenible. Esta experiencia reafirmó la importancia del trabajo en equipo, combinando habilidades y enfoques para alcanzar objetivos comunes que trascienden el aula y beneficien a toda la comunidad educativa.
Al trabajar en educación alimentaria, se aprendió que enseñar sobre hábitos saludables no es solo una cuestión de transmitir información, sino de generar conciencia y cambios que sean sostenibles en las actitudes y comportamientos de los estudiantes. También se entendió lo esencial que es identificar y responder a las necesidades de los alumnos, considerando sus contextos culturales, familiares y sociales. Este aprendizaje nos llevó a valorar la flexibilidad en nuestras estrategias pedagógicas, adaptándolas para diseñar intervenciones que no solo sean significativas en el aula, sino que también tengan impacto en sus vidas fuera de ella.
En suma, este proyecto no solo buscó informar acerca de la educación alimentaria, sino también empoderar a los estudiantes para que desarrollen competencias ciudadanas, permitiéndoles tomar decisiones conscientes sobre su alimentación y promoviendo hábitos saludables que contribuirán a su bienestar integral y al desarrollo de una comunidad más saludable y comprometida.
Artículo elaborado por:
Nikol Quispe Martínez, Medalith Berrospi Mendoza, Melany Chaccara Blas y Flor Rivera Cueva
Estudiantes de Educación Primaria
Referencias bibliográficas
Ministerio de Salud (2023, marzo 4). Minsa: nutricionistas advierten que 7 de cada 10 peruanos sufre de exceso de peso. Gob.pe. https://www.gob.pe/institucion/minsa/noticias/720469-minsa-nutricionistas-advierten-que-7-de-cada-10-peruanos-sufre-de-exceso-de-peso
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (2024). Alimentación y nutrición escolar [Página web institucional]. https://www.fao.org/school-food/areas-work/based-food-nutrition-education/es/