Cuando la inclusión se vuelve cultura

27/11/2025

Durante mi pasantía académica en la Universidad de São Paulo (USP), tuve la oportunidad de participar en diversas experiencias formativas y recorrer distintos espacios tanto dentro del campus como en la ciudad. Entre todo lo que pude observar, me llamó profundamente la atención cómo la inclusión se encuentra integrada y acogida en los distintos ámbitos del país, desde la infraestructura urbana hasta los servicios educativos y culturales. Considero que, la presencia constante de prácticas inclusivas me permitió comprender que, más que una política, se trata de un eje transversal que orienta la vida ciudadana en Brasil. A partir de esta reflexión, en los siguientes apartados presentaré los aprendizajes obtenidos en dos espacios clave visitados durante la pasantía.

En primer lugar, durante la visita al Museu da Educação e do Brinquedo (MEB), uno de los aspectos que más llamó mi atención fue una vitrina que exhibía diversos juguetes: Legos en braille, un muñeco con síndrome de Down, una muñeca con vitíligo, una Barbie en silla de ruedas y un muñeco con prótesis de pierna. Estos ejemplos evidencian cómo el juego puede convertirse en un recurso pedagógico para romper estereotipos y cuestionar la idea de un “niño universal”. Por el contrario, promueve el reconocimiento de las diferencias y la valoración de la diversidad corporal y funcional. Asimismo, en la entrevista con la encargada de la gestión del museo, ella destacó que “los juguetes están fabricados para representarlos, y por eso no solo pueden jugar con ellos, sino también verse reflejados en ellos”. Esta perspectiva confirma que la inclusión, puede y debe ser promovida a través de objetos cotidianos que contribuyen al fortalecimiento del sentido de pertenencia e identidad de los niños.

 

En segundo lugar, pude observar que este enfoque inclusivo trasciende los espacios educativos y museísticos, generando un impacto significativo a nivel cultural. En ese sentido, como sociedad muestran un alto nivel de integración de la inclusión en la vida cotidiana. Tanto en la Universidad de São Paulo como en las calles de la ciudad, pude apreciar una señalética accesible y adecuada para las diferentes necesidades. Así también, en diversos espacios públicos como los centros comerciales y el metro, se encuentran habilitadas áreas preferenciales que aseguran el bienestar y la movilidad de las personas con discapacidad. Además, las veredas y calles presentan pisos podotáctiles que permiten la orientación y el desplazamiento de personas con limitaciones visuales.

Finalmente, considero que todas estas experiencias me permitieron reafirmar que la educación inclusiva no solo implica transformaciones dentro del sistema educativo, sino también cambios profundos en la sociedad (UNESCO, 2008). Al indagar sobre el marco político brasileño, pude identificar que sus leyes y políticas respaldan y promueven este enfoque, lo cual se refleja de manera palpable en la vida cotidiana. Esta coherencia entre políticas, prácticas y culturas inclusivas me llevó a reflexionar sobre la importancia de construir espacios que realmente acojan la diversidad. Como futura docente, esta experiencia fortaleció mi convicción de que la inclusión debe asumirse como un compromiso ético y transversal, con el fin de contribuir a la transformación de comunidades y garantizar que todas las personas, sin excepción, puedan participar plenamente en la vida social y cultural.


Nota elaborada por:

Ana Céspedes

Estudiante de Educación Primaria


Referencia:

UNESCO. (2008). La Educación inclusiva: el camino hacia el futuro. UNESDOC Digital Library, p. 1-29. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000162787_spa