En el marco de las actividades de Semana de Educación Secundaria en nuestra FAE, el lunes 28 de octubre se desarrolló el Seminario de Educación Secundaria, en el cual conversamos sobre los desafíos para la docencia y el aprendizaje. Este espacio formativo tuvo dos momentos. El primer momento fue una ponencia a cargo de Darío Ugarte sobre “Retos del educador de adolescentes en la Educación Básica Regular” con la moderación de la Dra. Augusta Valle. El segundo momento fue un panel titulado ¿Qué reformas requiere la Educación Secundaria en el Perú? con la participación del Dr. Luis Alberto Quintanilla, el Dr. Alex Sánchez y la moderación de la Dra. Diana Revilla.
Ambos momentos estuvieron inspirados en preguntas iniciales que orientaron posteriormente el análisis y la reflexión de los desafíos para la docencia y el aprendizaje: ¿Cuál es el sentido y la finalidad de la educación secundaria?, ¿Qué secundaria queremos?, ¿Cómo aprende el adolescente? y ¿Qué reformas queremos en la escuela? A partir de estas cuestiones y de las reflexiones, les compartimos cuatro temas transversales que concluimos en el seminario: La educación contextualizada, la secundaria centrada en la adolescencia, la educación para el trabajo y la construcción de ciudadanía desde el aula.
Con respecto a la educación contextualizada, se destacó que es una forma de trabajo que permite hacer las clases significativas, dado que se integra el entorno de los estudiantes en las experiencias de aprendizaje. En ese sentido, se puede decir que se espera una educación que trascienda las aulas de clase para incluir aspectos de la vida cotidiana de los estudiantes, así como a los diversos agentes que están presentes en la comunidad; además, esta contextualización implica responder a las necesidades cotidianas estudiantiles. Por lo tanto, para los docentes, representa una oportunidad y un desafío de innovar, adaptando sus métodos para responder a las características y contextos únicos de cada estudiante.
La secundaria centrada en la adolescencia, implica mirar, pensar y entender al adolescente como ciudadano, quien está afirmando su identidad (¿Quién soy? y ¿qué quiero ser?) desde su etapa de cambios, y está reconociendo sus particularidades y potencialidades. Desde ese punto de vista, el rol docente es crucial para acompañar su trayectoria escolar, fortalecer su bienestar integral y su autonomía emocional, reconocer que no se le puede encajar en modelos normativos y que es necesario atender sus diversidades (adolescencias y secundarias) según los contextos socioculturales en los que vivan.
La educación para el trabajo dota a los estudiantes de habilidades y capacidades prácticas que les permiten apoyar a sus familias, así como su propio crecimiento personal. En este marco, el objetivo es preparar a los jóvenes para que, al finalizar la Educación Básica Regular, posean las habilidades requeridas para integrarse con éxito al mundo laboral y participar activamente en su comunidad. Por lo tanto, al fomentar las habilidades técnicas y sociales, la formación profesional no solo responde a las necesidades de la sociedad actual, sino que también forma ciudadanos responsables y capaces. En esa línea, los títulos técnicos y las certificaciones múltiples que brinda la escuela, son herramientas importantes para apoyarlos en el logro de sus metas ocupacionales y en su inserción social.
La construcción de la ciudadanía desde el aula, implica necesariamente reforzar competencias ciudadanas como el pensamiento crítico, la resolución de conflictos y la toma de decisiones, y paralelamente aplicar metodologías experienciales que problematicen las diversas realidades culturales en la que se desenvuelven. Por ello es importante generar más espacios participativos para escuchar y reconocer en las voces adolescentes, sus intereses, necesidades y expectativas; y a la vez vincular sus habilidades, conocimientos y actitudes en la contribución crítica y activa de la trasformación social.
Estos ejes transversales, a manera de conclusiones, nos invitan a repensar sobre los desafíos en la educación secundaria y la importancia de esta etapa de la vida en su inserción social y laboral. De esa manera, la formación inicial y la formación continua docente implica una constante capacitación para adaptarse a los cambios y expectativas en el aprendizaje, pensando en un adolescente capaz de reconocer, actual y transformar su entorno.
Nota elaborada por:
Cesar Palacios Poma
Estudiante de Educación Secundaria con especialidad en Matemáticas
Dra. Angela Figueroa Iberico
Directora de la carrera de Educación Secundaria