En los últimos años se han identificado nuevos retos educativos como la automatización y mecanización de procesos humanos que derivan del avance y desarrollo de las nuevas tecnologías. Ante este desafío, se evidencia la importancia de un enfoque que ubique al ser humano en el centro del desarrollo de esta tendencia (Gómez, 2019). Es por ello que, desde el Currículo Nacional, se apuesta por una formación que propicie la autonomía en la educación primaria como un logro importante en el perfil de egreso de la Educación Básica. Ello implica fomentar la autonomía para el proceso de aprendizaje, la toma de decisiones y la interacción intrapersonal e interpersonal de los estudiantes. Como docente, debes saber que existen una gran variedad de modelos didácticos que responden a la necesidad de formar estudiantes autónomos. Pero, ¿de qué forma estos modelos didácticos promueven el aprendizaje autónomo en los estudiantes de primaria?
Si optas por el modelo didáctico de Enseñanza Estratégica, este fomenta el desarrollo de la autonomía a través del pensamiento estratégico y la autorregulación en el aprendizaje. Emplea métodos como el modelado, el análisis y la discusión metacognitiva para que el estudiante trabaje de manera cooperativa y desarrolle habilidades de análisis para la toma de decisiones. De esta forma, la enseñanza estratégica contribuye a la práctica metacognitiva para la comprensión de su propio proceso de adquisición de conocimientos y apropiación de estrategias del aprendizaje, las cuales se alinean a la capacidad de autonomía.
Asimismo, el modelo didáctico de Enseñanza para la Comprensión favorece la autonomía en estudiantes a través del entendimiento y reflexión del conocimiento para su aplicación futura. El objetivo de este modelo demostrar un pensamiento profundo y reflexivo mediante su aplicación en situaciones y problemáticas vivenciadas en la experiencia diaria del estudiante. En ese sentido, la resolución de problemas implica un pensamiento crítico y reflexivo, característico de la capacidad de autonomía que toda persona debe desarrollar para la regulación de sus acciones. De manera integrada, el modelo incluye técnicas didácticas como la práctica, la instrucción directa y la enseñanza socrática, las cuales refuerzan la capacidad de desarrollar un pensamiento que abra paso a la conciencia del proceso de aprendizaje y, con ello, el aprender a aprender.
Por último, el modelo didáctico de Enseñanza Sociocrítica desarrolla la capacidad de autonomía en los estudiantes de primaria a partir del pensamiento crítico y la toma de decisiones. Este modelo tiene como objetivo formar estudiantes críticos y comprometidos con la realidad a partir de la interacción, experimentación y reflexión en su entorno para impulsar una transformación social. A lo largo de las etapas que comprende el modelo, los estudiantes desarrollan habilidades investigativas que construyen un pensamiento crítico frente a las problemáticas que identifican en su entorno. En consecuencia, gestionan su propio aprendizaje para la toma responsable de decisiones. Estas características coinciden con la facultad de autonomía que se espera en los estudiantes de primaria.
En síntesis, considero que la formación de estudiantes autónomos debe ser uno de los pilares que conformen la proyección de nuestra práctica pedagógica. A través de nuestro rol mediador y los diversos modelos didácticos, los docentes debemos potenciar en los estudiantes aquellas capacidades metacognitivas que puedan ser transferidas en la toma de decisiones reguladas para la solución de problemas reales. Sin embargo, todavía me cuestiono: En la actualidad, ¿realmente se reconoce y promueve la autonomía en los distintos contextos educativos de los estudiantes de primaria?
Artículo elaborado por:
Ana Maribel Céspedes Acosta
Estudiante de Educación
Referencia bibliográfica:
Gómez, M. (2019). Aprender a ser humano. Instituto para el Futuro de la Educación; Tecnológico de Monterrey. https://observatorio.tec.mx/edu-bits-blog/aprender-a-ser-humano