Visiones de una Escuela Ideal a partir de Testimonios Estudiantiles

17/09/2024

Desde mi experiencia como docente del curso de Historia Universal y Desarrollo Personal Ciudanía y Cívica en una institución educativa en San Juan de Miraflores, vengo reflexionando constantemente sobre las necesidades reales de mis estudiantes para alcanzar su máximo potencial de aprendizaje. Esta inquietud me llevó a plantear una pregunta fundamental: ¿Cómo es una escuela ideal desde la perspectiva de los estudiantes?

Para abordar esta interrogante, programé el trabajo final de la unidad didáctica titulada “Nuestra comunidad educativa”, el cual consistió en proponerles a los estudiantes de 6to grado que escriban un texto narrativo sobre “una escuela ideal”. En el proceso de acompañamiento, evaluación y retroalimentación de las narraciones pude constatar cómo de manera reflexiva y profunda los estudiantes expresan su visión escolar. A partir de los testimonios estudiantiles, pude identificar cuatro dimensiones que definen la escuela ideal: Infraestructura y ambiente escolar, rol formativo del maestro, metodologías de enseñanza – aprendizaje y convivencia escolar.

Sobre la infraestructura y el ambiente escolar, los estudiantes describen a la escuela como un espacio moderno y acogedor. Como menciona uno de ellos: “Nuestra escuela ideal es un lugar donde cada día es una nueva aventura. No es solo un edificio con aulas, sino un espacio lleno de oportunidades para aprender, descubrir y crecer”. En sus narraciones, enfatizan la importancia de contar con servicios básicos, aulas amplias y bien equipadas, y espacios adaptables a diferentes actividades. Esta visión coincide con la idea de Colbert (2021), quien enfatiza que la infraestructura debe ser diseñada para facilitar el diálogo y la participación activa de los estudiantes, lo que se traduce en aulas amplias y bien equipadas que se adapten a diversas actividades.

Sobre el rol formativo del maestro, el docente ideal es percibido como una figura que va más allá de la mera transmisión de conocimientos. Los estudiantes valoran al maestro que “nos enseña con amor y respeto, haciendo que el aprendizaje sea divertido y significativo”. Destacan la importancia de un educador que brinde apoyo emocional y utilice métodos innovadores de enseñanza. Esto supone para Ysern (2003), la necesidad de educar para la libertad y la responsabilidad, desarrollando el pensamiento crítico y la autonomía, preparándolos no solo para el éxito académico, sino también para ser ciudadanos conscientes y comprometidos en una sociedad democrática.

En relación a la metodología de enseñanza-aprendizaje, los alumnos anhelan un aprendizaje experiencial y significativo. Expresan su deseo por “proyectos y actividades […] diseñados para que descubramos cosas nuevas por nosotros mismos, ya sea a través de experimentos científicos, excursiones, o juegos educativos”. Este enfoque refleja una preferencia por métodos interactivos y prácticos que supere la enseñanza tradicional, y como mencionan Bertel y Madrid (2015) se brinde un espacio escolar dinámico interactivo y de aprendizaje mutuo, donde el intercambio constante entre estudiantes y docentes fomente un aprendizaje más significativo.

Sobre la convivencia escolar, se enfatiza en la importancia de un ambiente colaborativo y amigable. Los estudiantes valoran una escuela donde “no competimos entre nosotros, sino que nos apoyamos mutuamente, aprendiendo juntos y celebrando los logros de cada uno”. Esta visión visibiliza un entorno de aprendizaje basado en el respeto mutuo y la cooperación, la cual encuentra respaldo en los aportes de Flores y Herrera (2021), quienes destacan la importancia crucial de la convivencia escolar en el desarrollo de habilidades sociales y la mejora del clima educativo, para potenciar el aprendizaje.

Estas reflexiones inspiradas desde las narraciones de los estudiantes,  fortalecen mis convicciones de que  como docentes podemos contribuir, en construir espacios de aprendizaje flexibles, adoptando metodologías activas e interactivas como el aprendizaje basado en proyectos, fomentando la participación estudiantil en la toma de decisiones, implementando evaluaciones diversificadas, creando un clima de aula positivo y respetuoso, estableciendo conexiones con la comunidad local, y comprometiéndonos con nuestro propio desarrollo profesional continuo. Estas visiones estudiantiles, refuerzan nuestros propósitos de co-crear espacios educativos más significativos, inclusivos y transformadores, preparando a nuestros alumnos no solo para el éxito académico, sino para ser ciudadanos comprometidos y agentes de cambio en sus comunidades.

Nota elaborada por:
Mauricio Serrano Arévalo
Estudiante de Educación Secundaria – especialidad de Ciencias Sociales


Bibliografía:

Bertel, J y Madrid, E. (2015). Una reflexión sobre el ideal de la educación actual. Botelin Redipe, 4(11), 86-90.https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6232385

Colbert, V. (2017). Una nueva escuela para el siglo XXI. Caminos educativos4(4), 9-23. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7872980

Flores, A y Herrera, I. (2021). Convivencia escolar. Dimensión y evolución. Revista Luciérnaga – Comunicación, 13(25), 70 – 86. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8578129

Ysern, J.  (2003). El educador ideal.  Horizontes Educacionales, 8(1), 75-80.https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3994260