Tejiendo puentes interculturales: La importancia de la Educación Intercultural Bilingüe en las escuelas peruanas

12/06/2024

“Para mí, las grandes ciudades han cambiado a nuestro hijo. Un día me dijo: “Hablar Aymara es vergonzoso”

– Wiñaypacha [Película]

(Catacora, 2017)

En el Perú existe una abundante riqueza cultural, pues contamos con diversas familias lingüísticas, con distintas etnias, costumbres y tradiciones, que varían incluso dentro de nuestro mismo territorio. En tal sentido, actualmente se tienen identificadas 48 lenguas originarias, como el quechua y el aymara; y de las cuales 21 se encuentran en peligro de extinción (MINEDU, 2018). Asimismo, se ha encontrado que más de 4 millones de peruanos registrados tienen como lengua materna una lengua nativa (INEI, 2022).

Con base en lo mencionado, resulta pertinente e importante reflexionar sobre la importancia de que los niños, niñas y adolescentes puedan acceder a una educación de calidad en su propia lengua originaria. Es así que la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) toma particular importancia en la elaboración de políticas públicas a favor del aprendizaje, libre desarrollo de la identidad y preservación cultural de nuestra población.

Sabemos que acceder a una educación de calidad constituye un derecho fundamental, el cual no se refiere solamente a los contenidos enseñados, sino también a garantizar el acceso y participación de las y los estudiantes dentro del aula, así como el que se conviertan en agentes activos de su propio proceso de aprendizaje (Blanco, 2006). La implementación de la Educación Intercultural Bilingüe también permitiría reducir las brechas sociales instauradas históricamente desde la cultura dominante (en este caso, hispanohablantes) en búsqueda de una igualdad de oportunidades e inclusión social desde una mirada intercultural.

Educación Intercultural Bilingüe

La EIB promueve la enseñanza y revalorización de la lengua originaria y la cultura de las y los estudiantes, sin perder de vista la lengua nacional mayoritaria; es decir, el castellano, que pasaría a enseñarse como segunda lengua. En tal sentido, este modelo busca responder de forma pertinente en base al contexto, a las necesidades y realidad de cada estudiante que tenga como lengua materna una distinta al castellano (MINCUL, 2021). Por ejemplo, se requiere tomar en cuenta las variantes del quechua en las diversas regiones y comunidades: quechua chanka, quechua collao, quechua wanka, entre otros aspectos.

La Educación Intercultural Bilingüe constituye una política de inclusión que busca la preservación tanto de las lenguas originarias como de la cultura. Resulta trascendente enfatizar que ambas se interrelacionan; puesto que detrás de la lengua hay toda una estructura cultural valiosa compuesta por normas, tradiciones, valores, afectos, cosmovisiones y conocimientos (Zavala, 2020).

No obstante, en el Perú, la histórica imposición del castellano como única lengua valiosa del país genera un proceso de desprestigio y desvalorización hacia las lenguas originarias y sus hablantes. Este hecho genera y reproduce relaciones jerárquicas y prácticas sistemáticas de discriminación. Frente a ello, la EIB permite la promoción y preservación de la identidad cultural en las y los estudiantes, reforzando el sentido de pertenencia, la valorización y orgullo de su propia cultura; todo ello traducido en empoderamiento cultural.

Finalmente, si bien se ha visto lo valioso que es la aplicación de la Educación Intercultural Bilingüe dentro de las escuelas peruanas, aún quedan retos pendientes en la práctica, lo que debe llevar a la búsqueda activa de soluciones. Uno de los principales retos es la formación y capacitación docente en lenguas originarias, lo cual resulta pertinente para una enseñanza inclusiva y de calidad.

La EIB invita a todos los agentes del sistema educativo a ser conscientes de las formas en las que enseñamos y reproducimos los valores y contenidos en el ámbito escolar, reflexionando desde una mirada crítica con el fin de acercarnos a la justicia social.


Nota elaborada por:

Alejandra Torralba y Carla Weilg
Estudiantes del curso “Educación, Sociedad y Cultura”

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