Nuestra experiencia fue en un espacio no formal, para algunos fue la primera vez y para otros no. Cada uno se divirtió mucho, consideramos una experiencia valiosa no solo para los niños sino para nosotros como futuros docentes al enfrentarnos a una realidad que no conocíamos y que estaba tan cerca. Deseamos que se lleven a cabo más visitas a centros de esta índole, pero no solo en el área de arte, sino en otras áreas, no solo en nivel primaria, también animar a inicial y secundaria a sumarse a la iniciativa. Para concluir, personalmente considero que la experiencia en el CAR a sido placentera, considero sumamente importante acercarnos a los niños a través del arte para expresar sus emociones y conocerse más a sí mismos. Es una valiosa experiencia que me llevo y me alegro de haber sido partícipe, expresa Claudia Barrionuevo.
La experiencia en el CAR-Arcoíris fue muy enriquecedora para mí, ya que pude conocer de cerca la realidad de los niños y niñas que viven en situación de vulnerabilidad. Me impresionó el cariño y la alegría con que me recibieron, y la disposición que mostraron para participar en las actividades que les propuse. Aprendí mucho sobre la educación en espacios no formales, y cómo se puede aprovechar el arte, el juego y la creatividad para fomentar el aprendizaje y el desarrollo integral de los niños y niñas. Fue una experiencia que me abrió los ojos y el corazón, y que me motivó a seguir trabajando por una educación más inclusiva y humana, precisa Bryan Estrada.
Esta experiencia fue muy significativa porque participar en un espacio educativo no formal nos dio paso a fortalecer diversas habilidades como liderazgo, trabajo en equipo, comunicación y flexibilidad. La intervención suma mucho a nuestro rol como docentes dado que amplía nuestra experiencia en espacios no formales y refuerza el gran impacto de las artes integradas en la concientización y toma de acciones que busquen cuidar nuestro medio ambiente, afirma Ana Céspedes.
Definitivamente, este tipo de experiencias marca un hito en la formación profesional del grupo de estudiantes que fueron parte del curso de Didáctica de las artes integradas. Genera oportunidades para conocer cómo las artes y el juego pueden llevarse a cabo no solo en espacios formales, sino también en espacios con niñas, niños y adolescentes en realidades muy complejas, y cómo contribuir con el desarrollo de sus habilidades creativas, artísticas y socioemocionales. Una oportunidad para seguir inspirándose sobre el poder de las artes para la transformación social, culmina Enrique Huarcaya (docente).
Nota elaborada por:
Enrique Huarcaya
Docente – Facultad de Educación PUCP