Milena Arce Vargas, alumna de Educación Inicial en la Facultad de Educación PUCP, participó en uno de los programas de intercambio estudiantil durante los semestres 2019 -1 y 2019 -2 en AICHI PREFECTURAL UNIVERSITY (Japón). Esta experiencia le ha dado la oportunidad de conocer una cultura distinta y enriquecer su formación como docente.
Un día, mientras revisaba mi mail como de costumbre, recibí un correo sobre una beca para estudiar en Japón. No lo pensé dos veces.Terminé mis estudios de inglés antes de entrar a la universidad y ya había ido a Estados Unidos en repetidas ocasiones, por ello, ir a Asia, lugar lejano y del que no sabía nada, con un idioma repleto de símbolos y una cultura que mezcla los avances tecnológicos con la preservación de la tradición, me pareció una oportunidad de esas que no se presentan dos veces en la vida; un reto que estaba dispuesta a asumir.
Viví un año en Nagoya, una ciudad al centro de Japón, cuya ubicación resultó perfecta para viajar a más lugares. Hice amigos, no sólo japoneses, sino mexicanos, brasileños, filipinos, indús e incluso más peruanos como yo. Compartí mi cultura y conocí muchas otras. Tuve un trabajo que me permitió desarrollar más mi gusto por el idioma y al mismo tiempo, convivir con japoneses que me acogieron como una más de ellos.
Si bien, no todo fue alegría, creo que los momentos de tristeza donde extrañaba a mi familia y me sentía incapaz de hablar japonés o muy sola en mi departamento (dado que era la primera vez me he independizado); valieron la pena. Aprendí qué significa crecer y tener responsabilidades, y a valorar lo que he tenido siempre en Perú.
En este viaje conocí Japón, pero también me conocí a mi misma y si me preguntaran si volvería a hacer todo de nuevo, diría que sí.
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