La Escuelita Rural – experiencia de Ivanna Cabrera en Cajamarca

16/02/2024

Me presento como Ivanna Cabrera, estudiante de educación secundaria en la PUCP. Mi interés por la educación y el servicio comunitario me llevó a participar en este voluntariado. La acogedora I.E. 82128 Chilcaloma, ubicada a 3336 m.s.n.m. en el centro poblado de Chamis, Cajamarca, fue el escenario de los talleres vacacionales de Lectoescritura. Allí, tuve el privilegio, junto con Linda Velarde, otra voluntaria, de ser las profesoras encargadas del grupo de 3ro y 4to de primaria, conformado por aproximadamente 18 estudiantes. A través de sus ojos, nos envolvían con su profunda mirada.

Recordando a mis alumnos de Chilcaloma, me doy cuenta de que una como maestra siempre está lista para enseñar, acompañar y compartir conocimientos. Te adaptas a las necesidades individuales de tus estudiantes, comprometiéndote plenamente con cada uno de ellos. Sin embargo, no estás preparada para el último día; no puedes evitar sentirte apenada, pero orgullosa al dejarlos avanzar. Solo esperas haberles proporcionado suficiente para que se sientan preparados y puedan alcanzar nuevas metas.

Durante las cinco sesiones en la escuelita rural, enfrentamos diversos desafíos que pusieron a prueba nuestra capacidad de adaptación, comunicación y trabajo en equipo. Mientras estaba en el aula, fue necesario poner en práctica todo lo que mis profesores de la PUCP me enseñaron. Recordé cada lección recibida siempre en favor del aprendizaje de mis estudiantes. Este inolvidable voluntariado me ha permitido adquirir una serie de habilidades y lecciones fundamentales que han contribuido a mi desarrollo personal y profesional.

En primer lugar, comprendí la importancia de adaptarme a las costumbres y dinámicas propias de mis alumnos, lo cual me ayudó a establecer una conexión significativa con ellos, promoviendo así un ambiente de respeto mutuo y confianza. Además, la capacidad de improvisar y ajustar el plan de enseñanza según las circunstancias del momento fue importante para aprovechar al máximo el tiempo de enseñanza. Finalmente, pero no menos importante, comprendí que ser maestra es una labor ardua que requiere de la colaboración de todos los actores educativos.

Este proyecto, impulsado con gran expectativa y dedicación, no habría sido posible sin la coordinación de los directivos de la I.E. 82128 Chilcaloma, junto con las profesoras y estudiantes de la PUCP. Al mismo tiempo, es importante destacar el compromiso de todos los padres de familia, quienes acompañaron a sus hijos desde temprano y se comprometieron activamente en su proceso de aprendizaje. En conjunto, la experiencia vivida me ha ayudado a reafirmar mi vocación docente y, a su vez, me ha inspirado a seguir creciendo y mejorando como educadora.


Nota elaborada por:
Ivanna Ayelen Cabrera Gallegos
Estudiante de Educación Secundaria PUCP

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