Emma Sánchez, estudiante de la Faculta de Educación PUCP, realizó un voluntariado en una escuela rural en Cajamarca. En esta nota, ella nos cuenta más sobre su experiencia.
Ser voluntaria en la escuela rural en Cajamarca ha sido una experiencia muy significativa. He presenciado otra realidad, donde la comunidad educativa enfrenta retos más desafiantes que en escuelas de zonas urbanas. No obstante, a pesar de tales desafíos, he podido percibir que el potencial de los niños es inmenso: tienen un gran deseo por aprender, de mostrar sus habilidades y de participar activamente en el aula.
Este tiempo en la institución educativa ha confirmado la importancia de la adaptabilidad y la creatividad en la enseñanza. He constatado que, en estos contextos, las estrategias pedagógicas convencionales pueden no ser efectivas, y he tenido que explorar enfoques alternativos para fomentar el disfrute por el aprendizaje y la lectura. Desde dinámicas interactivas hasta trabajos que fomenten el potencial creativo y artístico, cada método utilizado ha sido una oportunidad para aprender y crecer tanto para los estudiantes como para mí. Esta experiencia ha fortalecido mi compromiso con la educación y me ha servido para comprender mejor que ser un educador implica ser un guía que, a través de experiencias significativas, inspire a los estudiantes a explorar y descubrir por sí mismos.
Nota elaborada por:
Emma Sánchez
Estudiante de Educación PUCP